Durante los últimos siete años, la Embajada de Colombia en Tailandia ha celebrado la independencia del país cada mes de julio, promoviendo las tradiciones culturales de Colombia y mostrando su talento. Este año no fue la excepción, trayendo a Swing Latino, una compañía de danza campeona del mundo, a Bangkok del 12 al 14 de julio de 2018 para una presentación especial y un taller público que llevó la diplomacia de la danza a otro nivel a través de la fuerza, la energía y la alegría únicas de Colombia.
Colombia y Tailandia se encuentran en lados opuestos del mundo. ¿Qué pueden aprender el uno del otro y cómo puede la salsa promover un mejor entendimiento entre estos dos países?
Según el embajador de Colombia en Tailandia, Andelfo García, las celebraciones anuales forman parte de la diplomacia cultural y deportiva de Colombia, que es una forma de llevar una imagen amable de Colombia para compartir con otras culturas: “Creo que la música es un lenguaje universal, especialmente los ritmos como la salsa que ya son mundialmente conocidos y populares, incluso en Asia. La música saca lo mejor de todos nosotros, sin duda”. Celebrado en el Bangkok Arts and Culture Centre (BACC), Swing Latino ofreció un espectáculo explosivo que llevó a la audiencia a un colorido viaje a través de la historia de la danza colombiana. Cuando entré al auditorio de BACC, lleno de embajadores, expertos en cultura, y las comunidades locales colombianas y de danza, me senté junto a un diplomático de uno de los países balcánicos que me preguntó quiénes eran los Swing Latino. “Ya verá”, le dije. Un número infinito de giros, levantamientos y pasos rápidos más tarde, se volteó para mirarme en el intermedio con total incredulidad.
Para el Embajador García, “[la danza] es quizás la forma más directa de transmitir valores y energía que puede conectar a las personas. La mejor forma de diplomacia es la diplomacia cultural y deportiva, es menos encartonada, más fluida y más amable”.
Lo que hizo que las celebraciones fueran especialmente amistosas e inclusivas fue un taller gratuito y público de Swing Latino que se llevó a cabo en el Helix Garden de EmQuartier sólo dos días después. Organizado por la Embajada de Colombia en colaboración con Rumpuree – una de las academias más famosas de Bangkok, estuvo abierto a todos, permitiendo que el público participe y se involucre activamente en la cultura colombiana mediante el aprendizaje de la salsa al estilo caleño, un estilo que rara vez se enseña fuera de Colombia.
Lleno de miembros de la comunidad salsera de Bangkok, así como de colombianos que viven en Tailandia, el grupo dio clases para dos niveles, principiante e intermedio. Pero más allá de dar una clase de baile estándar, fue su energía la que creó una atmósfera que el centro comercial de Bangkok tal vez nunca había visto antes, terminando el taller con un baile de despedida antes de que los bailarines siguieran girando y volteando por el aire, llevando a los miembros de la audiencia a bailar con ellos en lo que terminó pareciéndose a una vibrante fiesta colombiana en medio de una tarde de sábado.
Originaria de Santiago de Cali, la tercera ciudad más grande de Colombia conocida como la capital mundial de la salsa, Swing Latino ha ganado múltiples premios y quedó en tercer lugar en el show Mundo de la Danza 2017. Les pregunté cómo se sienten representando a Colombia al otro lado del mundo.
“Para nosotros, más que nada, es nuestra responsabilidad representar a nuestro país y traer con nosotros un poquito de lo que es Colombia”, dice Melliso, uno de los bailarines del grupo. “Porque Colombia, más allá de la cultura, es fuerza, energía e impulso. Nos sentimos tan felices cada vez que compartimos esto con un nuevo país”.
El Embajador García cree que la danza es una forma de representar a Colombia de manera positiva, con la diversidad como su punto fuerte: “la diversidad de danzas en Colombia refleja la gran diversidad de Colombia como país.”
A medida que emerge de su pasado violento, la danza podría de hecho formar una parte central de la diplomacia cultural de Colombia en su capacidad de llevar un mensaje de paz, felicidad y conexión humana. Dos años después de recibir el Premio Nobel de la Paz en 2016, con una creciente incertidumbre sobre el futuro del país, la danza ofrece una oportunidad única, tanto en el país como en el extranjero, para que Colombia reúna a la gente.
A través de estos eventos, la Embajada de Colombia en Tailandia ha logrado acercar su cultura a diferentes audiencias -tanto mostrando talento como permitiendo que la gente sea parte de él a través de la enseñanza de la salsa estilo caleño a un nivel más accesible. Cuando piensen en Colombia en el futuro, no estarán pensando en una serie de Netflix, estarán pensando en bailar.
La diplomacia de la danza no es un concepto nuevo, y era más conocida como una herramienta de intercambio pacífico (o propaganda) durante la Guerra Fría, cuando los EE.UU. enviaban a sus principales compañías de danza contemporánea de gira por Rusia, y Rusia enviaba a sus mejores bailarines de ballet a los escenarios de Nueva York y Londres para promover su superioridad cultural.
Décadas más tarde, Bailando Journey pretende acercar la diplomacia de la danza a la era digital a través del descubrimiento de las culturas a través de la danza. Especializada en ritmos y estilos latinos, comparte las historias de la gente y los lugares detrás de cada baile, siguiendo el viaje de su fundadora Aliénor Salmon mientras baila por el mundo para descubrir artistas locales, lugares, escuelas y eventos. Ella cree que si quieres entender a la gente, baila su baile y baila con ellos. Aprendiendo las danzas de otros, estarás viviendo verdaderamente su cultura y explorando su país – con tus pies y con tu corazón.
Bailando Journey dedicará su boletín de julio a Colombia! (en ingles)
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Behind every dance, there is a story. This book will take you dancing from New York to Buenos Aires, immersing you in the local culture, history, and happiness with every dance step. Aliénor Salmon is represented by Gregory Messina of the Linwood Messina Literary Agency.
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